Mi historia
¡Bienvenidos a mi blog!
Mi nombre es Patricia Sánchez y soy Jinete Profesional especializada en Doma Clásica.
Mi historia comienza hace muchos años, a pesar de que en mi familia no hay tradición ecuestre ni nada que se le parezca, desde bien pequeña tenía una sola fijación… ¡Los caballos! Todo empezó cuando mi padre tuvo la magnífica idea de llevarme a un club hípico por primera vez cuando tan sólo tenía 4 años. Fue a partir de entonces cuando le pedía todos los fines de semana que volvieran a llevarme a montar a caballo. Desde entonces cualquier deseo, cualquier regalo, cualquier actividad que me proponía tenía como objetivo los caballos.
Más adelante, cuando cumplí los 16, empecé a trabajar en un centro hípico ayudando a las tareas de limpieza e higiene de las cuadras y montando aquellos caballos que me dejaban. A esa edad me regalaron el que sería mi primer caballo. Se llamaba Lunero. Era un precioso hispano-árabe tordo rodado de 5 años y con un cordón corrido en la cara que le llegaba hasta los belfos. En aquella época combiné mis estudios con la hípica hasta sacarme una Ingeniería Técnica. Pero una vez lo hice, decidí cumplir mi sueño de verdad… Entrar en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre y poder formarme como jinete profesional, haciendo de mi vocación un estilo de vida. Fue entonces cuando decidí hacer las maletas desde Barcelona y poner rumbo a Jerez de la Frontera.
Sin embargo el camino no iba a resultar sencillo. En mi primer intento, no fue posible superar las pruebas de acceso, así que me quedé un año entero en Sanlúcar de Barrameda preparándome para intentarlo de nuevo. Durante aquel periodo estuve acogida en casa de una familia encantadora, a los que aprecio mucho y a los que desde aquí envío un fuerte abrazo. Ellos se dedican desde siempre al maravilloso mundo ecuestre y son grandes entendidos en la materia. Por aquel entonces también vendí mi apreciado caballo Lunero, ya que se me quedaba bastante limitado para la doma y me compré un impresionante portugués alazán tostado de 8 años que cuando le daba el sol parecía hecho de cobre. Con él aprendí a sentir una equitación mucho más exquisita y sensible… Los cambios de pie, el piaffé, el passage, las piruetas… También tuve la oportunidad de montar diferentes caballos de mucha calidad a lo largo, adquiriendo así nueva experiencia y conocimientos.
Finalmente al segundo intento lo logré, entré en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre ¡Mi sueño cumplido! El primero, de una larga lista… Fueron 4 años intensos donde crecí como persona y como profesional. Durante aquel tiempo aprendí de todos y cada uno de los integrantes de aquella institución. Con cierta nostalgia puedo decir que han sido los mejores años de mi vida… Esa escuela tiene algo sencillamente mágico.
Desde entonces nunca he dejado de dedicarme a la doma y al cuidado del caballo. A lo largo de mis años y del día a día disfruto ofreciendo lo mejor de mi a este apasionante mundo…
Patricia Sánchez – Jinete Profesional
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